La Osteopatía es una disciplina terapeútica basada en el estudio de la anatomía y fisiología del cuerpo humano, así como del conocimiento de como intervienen los diferentes tejidos en la producción de la enfermedad y en la aplicación de técnicas manuales para normalizar las funciones alteradas y restablecer el equilibrio del organismo.
La osteopatía trabaja sobre el ser humano de forma global, restableciendo el equilibrio mediante técnicas manuales dirigidas al tejido muscular, esquelético, visceral, nervioso y/o vascular con el objetivo de recuperar lesiones orgánicas y del aparato locomotor.
El proceso de valoración y diagnóstico consta de las siguientes partes:
Historia clínica profunda: Antecedentes personales, antecedentes familiares y otros datos clínicos de interés.
Inspección estática: Búsqueda de alteraciones posturales
Inspección dinámica: Valoración de balances articuales, fisiología muscular y restricciones fasciales
Test analíticos: Diagnóstivo de disfunciones del tejido correspondiente al problema del paciente
Cotejando estos hallazgos con pruebas médicas complemetarias (analíticas, radiografías, resonancia magnética etc.) se establece es Diagnóstico Ósteopático.
Algunos ejemplos de indicaciones de la Osteopatía:
En el aparato locomotor:
Cervicalgias, tortícolis, neuralgias cervicobraquiales, dorsalgias, lumbalgias, ciáticas, hernias discales, dolores de extremidades, algias musculares, dolores crónicos de tipo artrósico, periartritis escapulohumerales (hombro) etc.
Desequilibrios orgánicos:
Gastritis, molestias intestinales, estreñimiento, hernias de hiato, trastornos ginecológicos, incontinencia, asma, etc.
En la esfera craneal:
Cefaleas y migrañas, problemas oculares, problemas de oído, sinusitis, rinitis, problemas mandibulares (ATM), trastornos de la deglución, trastornos de la oclusión, etc.
El tratamiento se puede realizar en cualquier tipo de paciente: Bebés, niños, ancianos ect. Así como en diferentes estados y patologías.
El diagnóstico determinará la existencia de Banderas Rojas, es decir, aquellos condicionantes en el paciente, que contraindiquen la aplicación de alguna de las técnicas o de la totalidad del tratamiento.
De este modo, el tratamiento se realizará en las máximas condiciones de seguridad para el paciente
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